Así comienza el 5771, a la salida de la primera estrella de hoy, 8 de septiembre del 2010.
Rosh Hashaná, rito necesario para limpiezas, olvidos y perdones necesarios y nuevos comienzos.
Esta fecha supone la aparición del primer hombre y mujer sobre la tierra.
La cena será opípara y a la vez modesta y amable, el cumpleaños de la humanidad no merece menos.
Rezaremos por el perdón de Dios y por los pecados contra la humanidad, que son también los pecados contra una misma.
Es momento también de perdonar a los que nos hicieron daño.
La cena es especial en cuanto lo simbólico, se comerá un pan circular que simboliza que la vida es un ciclo, vuelve, se renueva; se comerá una manzana con miel para expresar el deseo de que el nuevo año contenga toda la dulzura posible y se beberá una copa de vino que se comparte con toda la familia de a sorbitos, se acompañará la cena con pescado, ambos como símbolo de buenas acciones y de los innumerables peces del mar.
Estaremos vistiendo, en lo posible, incluyendo una prenda blanca como símbolo de pureza.
Oiremos el shofar, instrumento antiguo, cuerno de carnero que es el llamado a reflexión para que sepamos que no se trata solamente de pasar la fecha, sino de cambiar para mejor, perfeccionarnos, y no ser sordos al dolor ajeno.
El shofar expresa nuestras plegarias por todo ello.
La celebración se cerrará en diez días, con Ion Kipur, el día del perdón.
Shaná tová: que tengas un buen año, amigo lector.
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